miércoles, 6 de febrero de 2013

Un mensaje de bienvenida


Desde el momento que la Biblia se ha traducido a los diversos idiomas, y entre ellos al español, muchas personas hemos tenido la oportunidad de leer las maravillosas verdades de la palabra de Dios en nuestra misma lengua. Sin embargo en la diversidad de versiones y traducciones, cuyo objetivo es hacer más comprensible el texto bíblico al lector. El traducción ha ido perdiendo ese matiz y profundidad que solo se puede hallar en un estudio basado en la lengua en la que originalmente se escribió la Biblia, el griego koiné, la cual es una lengua diferente al castellano. Pero que con la dirección del Paracletos divino y la dedicación de cada estudiante de la Biblia, la podemos comprender:
Por lo cual, recordando lo mencionado por el gran maestro Jesús: “Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.”


Y podamos recordar ese consejo dado a Cisneros cuando se disponía a llevar a cabo la Políglota Complutense: “Planta de nuevo aquellas dos antorchas apagadas de nuestra religión, que son la lengua hebrea y la lengua griega”

Que la experiencia que hemos de pasar en el curso de Griego I, nos ayude a plantar de nuevo una de las antorchas que con el tiempo se ha ido apagando: El griego Koiné y así profundizar las Escrituras para poder presentar la Biblia con autoridad a todo el mundo

Aquí tenemos la tabla de los artículos griegos para que lo puedan observar:

Mag. Jesús Hanco Torres
Facultad de Teología 
Universidad Peruana Unión